Compatibilidad Signos Zodiacales entre Aries Hombre y Cancer

Consulta la compatiblidad entre Aries Hombre y Cancer ...

Las personas de Cáncer son apasionadas, afectuosas, románticas, cálidas y llenas de fantasía. Para ellos la familia está ante todo, son hogareños y vive pendientes de su hogar. Requieren un clima cálido para sentirse a gusto. Están siempre dispuestos a conversar serenamente y con diplomacia, por eso se enfadan por los arrebatos arianos. Contrariamente, al impulsivo Aries no le simpatizan las responsabilidades familiares y hogareñas. Necesita tiempos y espacios para él, es ansioso, individualista e impaciente. Pero la atracción provocará que la pareja encuentre, con paciencia, la armonía y la tolerancia para consentir a Cáncer.

Las personas de Cáncer son apasionadas, afectuosas, románticas, cálidas y llenas de fantasía. Para ellos la familia está ante todo, son hogareños y vive pendientes de su hogar. Requieren un clima cálido para sentirse a gusto. Están siempre dispuestos a conversar serenamente y con diplomacia, por eso se enfadan por los arrebatos arianos. Contrariamente, al impulsivo Aries no le simpatizan las responsabilidades familiares y hogareñas. Necesita tiempos y espacios para él, es ansioso, individualista e impaciente. Pero la atracción provocará que la pareja encuentre, con paciencia, la armonía y la tolerancia para consentir a Cáncer.

Los elementos de fuego y agua, como son Aries y Cáncer, son muy contrapuestos y de convivencia controvertida, inhibidora y frustrante. La posibilidad de que ambos elementos se armonicen pasa, la mayoría de las veces, por separaciones momentáneas ya sea esta por circunstancias laborales, académicas, etc. Si bien existe un 70% de que las compatibilidades entre ambos sea contraproducente, tenemos un 30% de posibilidades de que haya un lazo muy estrecho y afectuoso entre los dos signos; si bien esta posibilidad está abocada a un estudio pormenorizado de compatibilidades que se analiza en la Carta Astral de ambas personas El amor entre los seres humanos no es imperativo sexual, ni dogma social o religioso que impida la libre unión entre dos personas, sean estas de distinto color de piel, del sexo que fuere, o de cualquier religión. Pero sí debemos entender que para que surja el amor, es imprescindible el lazo de la amistad, de la amistad sincera que no busca aranceles, ni comisiones de confianza, ni camas huecas de afectos, ni de las dudas de los celos infecciosos.